Ésta hermosa
casa fue edificada a mediados del siglo XVII por los españoles según disposiciones de las “Leyes de Indias”.
Reproducía fielmente el autentico modelo
colonial para los hospitales de la época.
Su construcción era toda de tapia, con muy pocas
rafas de mampostería. Los techos con armazón de viguetas de madera y caña amarga, con
las techumbres recubiertas de tejas en barro cocido. Su entrada principal con
frente a la calle Real o de Colombia. La capilla tenía acceso directo al público, la
a enfermería y a el cuarto del cirujano. En el
altar, una imagen de San Antonio de Padua, titular del hospital. Los pacientes
podían seguir los oficios litúrgicos, desde sus camas, gracias a una reja
levantada entre la enfermería y la capilla.
En el lado occidental, en ángulo recto con la banda norte, una
serie de aposentos; el último de ellos para el aislamiento de
los enfermos contagiosos. Al oriente, un largo corredor, a su término una pieza. Al lado sur, un largo muro
separaba los anteriores departamentos de los corrales. Hacia el poniente estaba
un pequeño
patio y en sus inmediaciones la cocina y dos pequeñas habitaciones. Detrás hacia el sur el hospital, como era de rigor
en las inmediaciones de todo hospital. Este presentaba también habitación
para el cirujano, lo que constituía detalle e excepción entre los nosocomios de esa época. En el centro del patio había una alcantarilla de cal y ladrillos, con
tubos de bronce.
En sus inicios el personal del hospital estaba conformado por un médico, un practicante, una cocinera, un
sirviente y un mayordomo de la casa, el cual asumía
la dirección y administración del hospital. En su primera etapa, el hospital de Valencia, estuvo bajo la dependencia de las
autoridades eclesiásticas y las leyes de indias
facultaban a los obispos para intervenir en el nombramiento de mayordomos,
examinar sus cuentas y todo lo relativo a la buena marcha del hospital. La prioridad
para atender a los pacientes era que debían
ser pobres y se deba preferencia a los nativos.
En 1812 se convirtió en la residencia del Congreso Constituyente
de Venezuela. En 1830 se reunió el congreso constituyente que decretó la desmembración
de la Gran Colombia y eligió al general José Antonio Páez
como el primer presidente de Venezuela. En 1836 se instaló el colegio Nacional de Carabobo, decretado
por Páez, hasta 1851. En el año 1852 se
instala los estudios superiores de medicina de Valencia. Desde 1892
funcionó como hospital docente, con los
estudios médicos del colegio federal de primera
categoría y los de la Universidad de
Valencia.
Este edificio fue utilizado para fines distintos en varias oportunidades:
Hospital de Sangre y Casa del Niño en 1936. En 1970, funciona como el Hospital
Oncológico de Carabobo. Por decreto de la Asamblea Legislativa del estado Carabobo fue designada en
1979 sede del centro de la Academia de Historia del Estado Carabobo, la cual se
reúne periódicamente
en el llamado “Salón
Académico”,
el cual posee una larga mesa de estilo colonial y las correspondientes sillas
donde se sientan los individuos de número de la Academia.
En 1980 el Museo de Historia, Casa de la Estrella fue declarado Monumento Histórico Nacional. Bajo el mandato del Gobernador
Dr. Henrique Salas Römer
. en 1993 fue restaurado por primera vez bajo la investigación, supervisión
y lineamientos históricos que fueron recopilados por el
historiador carabobeño,
Don Luis Cubillán Fonseca, miembro de Número de la Academia de Historia del Estado
Carabobo. Fue restaurado y remodelado por los arquitectos Sara de Atiénza y Fernando de Tovar, encontrándose gracias a las excavaciones en su patio
central, la fuente octogonal, que era surtida de agua proveniente del cerro del
calvario. Finalmente fue inaugurada por el Gobernador
Henrique Fernando Salas- Römer,
el 19 de Septiembre de 1999.
Desde 1999, el Museo de Historia, Casa de la
Estrella funciona como un museo de corte histórico,
siendo uno de los más emblemáticos
de la ciudad de Valencia. Forma parte conjuntamente con “El Museo de la Ciudad, Quinta la Isabela”, “El Museo Casa Natal del General Juan
José Flores”
en Puerto Cabello, el “Eco-Museo Quinta Villavicencio” ,en el Parque Nacional San Esteban en Puerto
Cabello y el “Museo de los Petroglifos de Piedra
Pintada” en Tronconero-Guacara, igualmente en
el Parque Nacional San Esteban de la red de museos del gobierno de Carabobo.
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